viernes, 19 de octubre de 2007

Honor y reconocimiento.

En esas dos palabras podríamos resumir la finalidad de la tan famosa ley de la memoria histórica, que estos días se esta debatiendo y cumpliendo sus últimos tramites parlamentarios en las comisiones del congreso de los diputados.
Esta ley va a establecer nuevos derechos y nuevas medidas de reconocimiento y reparación para aquellas personas que fueron victimas de la guerra civil y de la larga noche franquista.

Es una ley que habla de todas las victimas y con ellas, sus familias y quizás, en todas las victimas esta una de las claves. Y es que se insiste especialmente en aquellas que hasta ahora no estuvieron suficientemente reconocidas. Lo cual no quiere decir que no estén todas las victimas.

No es un proyecto legislativo que rompa con el clima de la transición y del consenso, sino que por el contrario va a completar (o a dar pasos hacia delante) la tarea que en su día empezó el proceso de transición hacia la democracia.

Porque desde mi punto de vista, la transición, pese a su aparente clima de consenso (no fue tal si tenemos en cuenta las muertes y el miedo que muchos vivían durante la transición, me remito a los asesinatos de Atocha o al Golpe de estado del 23 de febrero de 1981), tenía una tarea pendiente con millones de Españoles que tenían que perdonar el sufrimiento y la falta de libertad, para que el régimen democrático llegase a este país.
Estos españoles fueron los que realmente cedieron. Aquellos que pese a luchar durante más de 40 años por la libertad y la democracia, tenían que ver como los cargos franquistas no eran procesados y las calles de sus ciudades libres estaban repletas de estatuas y símbolos del régimen.

Tampoco es un proyecto que pretende dinamitar el espíritu de reconciliación, y mucho menos arrinconar al PP. Otra cosa es que el PP en algunos aspectos parece arrinconarse solo.
Es una ley pactada y consensuada con las fuerzas políticas que precisamente realizaron la transición y con alguna fuerza política nueva. En total hay aportaciones en el texto de al menos, siete fuerzas políticas.
Los que no participaron en la transición: PP y ERC se han unido en una pinza cuanto menos peculiar.

Pues bien es una tarea de salud democrática reconocer a estos miles de españoles, el estado democrático se lo debe.Es necesario el reconocimiento político (única forma que se puede hacer desde el órgano legislativo) a aquellos que fueron canal de comunicación de ideas democráticas y que defendieron a pesar de la represión, torturas, barbaries y muerte. Estos no fueron los que se cambiaron de barco cuando, en el ocaso franquista y con la sociedad pidiendo a gritos democracia, el barco ya se hundía. (O mejor dicho, cuando el caudillo fallecía)


¿Qué les molesta señores del PP? ¿Que pueden perder porque se les reconozca, se les reintegre el honor a los soldados de la libertad? ¿Qué es lo que rechazan de esta ley?

Uno de los principales puntos es la condena del franquismo.

El propio PP esta divido en este tema. Unos lo condenan y lo llaman dictadura. Otros no. Y para muestra un botón; Mayor Oreja nos aclaró el otro día a todos los españoles que muchas familias vivieron ese periodo con normalidad y habla incluso de placidez (seguramente él y los suyos).
Pues bien, muchos estudiantes no vivieron así, ni los obreros de Ferrol o de Vitoria que cayeron en la lucha por las libertades.
Frente a esto hay que decir que el franquismo fue una dictadura.
Muchos analistas creen que el PP tiene miedo de perder cientos de votos de un franquismo sociológico que afortunadamente empieza a ser ya residual en la sociedad española.

Hay una gran verdad en todo este asunto: el franquismo fue una dictadura en sentido fuerte.
Empezó con el fusilamiento de los jóvenes socialistas. Se habla de las 13 rosas, pero ese mismo día de agosto de 1939, mueren fusiladas 42 personas de las Juventudes Socialistas Unificadas. Si, 42 jóvenes.
Julia Conesa, una de las 13 rosas, dijo momentos antes de morir. “que mi nombre no se borre de la historia”.
Con esta ley se va a reconocer a todas aquellas personas anónimas como ella.

En cuanto al periodo de después de la guerra civil, después de llegar la paz( que no fue tal puesto que lo que vino no fue paz, sino victoria) el franquismo siguió matando incluso 25 años después con el caso Julián Grimau y murió matando(fusilamientos de septiembre de 1975).

Esta condena, por tanto, es necesaria. Y ningún partido democrático debería tener ningún problema en así reconocerlo.
Según Juan Costa, coordinador del programa electoral del PP, no hay ningún partido democrático que no condene los alzamientos contra órdenes o gobiernos legítimos, que no condene la dictadura y la violencia ejercidas desde el estado.

Esta ley va a reconocer derechos y medidas, pero lo hace a la luz y en base a los valores y principios democráticos consagrados en la Constitución Española. Pero sobretodo, asumiendo la proposición de ley, aprobada por unanimidad en la Comisión Constitucional del Congreso de los diputados, en noviembre del 2002 y que decía así:

“el deber de nuestra sociedad democrática de procede al reconocimiento moral de todos los hombres y mujeres que fueron victimas de la Guerra Civil Española, así como de quienes padecieron mas tarde la represión de la dictadura franquista”.

También va en la línea del informe de la asamblea parlamentaria del consejo de Europa en el que se denunciaron las graves violaciones de Derechos Humanos cometidas en España entre los años 1939 y 1975.

Algunas medidas concretas de esta ley son:
• Proclama el carácter injusto de todas las condenas y expresiones de violencia personal producidas por motivos políticos e ideológicos.
• Declara la ilegitimidad de los tribunales y las condenas impuestas en ese periodo por motivos ideológicos o de creencias religiosas.
• Subraya la carencia actual de vigencia jurídica de aquellas resoluciones contrarias a los derechos humanos.
• Contribuye a la rehabilitación moral de quienes sufrieron injustas sanciones.
• Establece el reconocimiento de mejoras de derechos sociales.
• Las administraciones publicas deberán facilitar a los interesados que lo soliciten las tareas de localización de desaparecidos
• Establece medidas para que los símbolos públicos sean ocasión de encuentro y no de enfrentamiento y agravio.
• Reconocimiento a las Brigadas Internacionales.

Como diría Antonio Machado: “en mis venas hay gotas de sangre jacobina, pero mi verso brota de manantial sereno”
De este manantial sereno de la paz y de la constitución creo es donde se enmarca este proyecto.



“la semilla que entregáramos a la conciencia no podrá ser sesgada definitivamente”
Salvador Allende Goddens

1 comentario:

Enrique Vaqueiro Costal dijo...

Me gusta tu aportación al debate político Eduardo. Me parece muy acertado lo que dices sobre las ventajas de contar con una Ley de esta magnitud. Tambien agregaría que me parece fundamental el hecho defendido por el Portavoz de PSOE y de sus ponentes en el Congreso: Es una ley. Lo que se quería en todo caso era aprobar algunos decretos que aprobaran muy por encimo lo sustancial de la ley, y no es así.

Las cosas como son. Una ley reconoce derechos, y eso es lo que le da un espíritu renovador y complementario a la inicitiva, al menos en el sentido democrático. Hay algunos que carecen cada día más de ese sentido.

Un abrazo